IRÁN - ¿ Un ataque inminente ?

Publié le par Pierre PICCININ

IRÁN - ¿ Un ataque inminente ? (La Libre Belgique, 20 de agosto de 2010; L'Orient-Le Jour, 24 de agosto de 2010; y Diplomatie, Affaires stratégiques et Relations internationales 46, septiembre-octubre 2010)

 

  


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Ambassade US - TéhéranIrán ha decidido seguir adelante con su política de desarrollo del sector nuclear.

 

Oficialmente, Irán desea poseer medios nucleares civiles. Pero es probable y lógico que el gobierno de Mahmud Ahmadinejad haya previsto poseer armas, y así proteger a Irán de los apetitos norteamericanos y británicos, ávidos del pastel petrolífero, perdido después de la revolución islámica de 1979, que desencadenó la nacionalización del sector, cuyos beneficios son desde entonces destinados al desarrollo de la política social, punto fuerte de la República islámica.

 

En este contexto, Irán ha conseguido que Rusia el suministre uranio enriquecido, para la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Buchehr, lugar que está bajo la alta vigilancia del ejército iraní y donde se concentran varios batallones de defensa antiaérea, según hemos podido constatar en visita a Irán, en julio pasado.

 

La obtención de uranio enriquecido constituye para Irán el punto de partida determinante de una aceleración de su programa nuclear, que preocupa tanto a las potencias deseosas de retomar el control de los recursos energéticos de este país como al Estado de Israel, con su política de ocupación de los territorios palestinos, que si bien ya no es objeto de una oposición real por parte de países árabes como Egipto, Jordania o Siria, permanece inaceptable para la República islámica y su aliada libanés, Hezbollah.

 

Dicho de otro modo, Israel no puede aceptar que Irán acceda a la tecnología nuclear, ni tampoco sus aliados favoritos,  Estados Unidos y Gran Bretaña, al igual que Francia, que ha cambiado, con  Nicolás Sarkozy, la política  gaullista y se ha alineado con el eje atlantista pro-israelita.

 

 

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Parece pues que la única manera de impedir a Irán acercarse a esta tecnología sería destruir sus instalaciones nucleares, y a ser posible antes de que efectúe su puesta en marcha.  El derecho internacional  prohíbe el ataque a blancos nucleares, cuya destrucción lleva consigo inexorablemente graves repercusiones, no solo a escala regional, sino también, como se demostró en el accidente de Tchernobyl, en 1986, en un plano internacional muy amplio.

 

Este 17 de agosto, John Bolton, neoconservador partidario de George Bush y su política de agresión, ha declarado que quedarían solo algunos días para llevar a cabo una acción militar « preventiva » contra la central de Buchehr, según la  resolución 1929, tomada el pasado junio por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y que prevé que todos los Estados deben impedir el suministro a Irán de este tipo de tecnología, susceptible de ser utilizada militarmente.

 

A priori, sin embargo, un ataque frontal contra Irán parece suicida por parte de Estados Unidos, que aún tienen que finalizar la difícil guerra de Afganistán y apenas pueden mantener el orden en  Irak, donde, a pesar de lo anunciado, Barak Obama ha dejado sin embargo más de cincuenta mil hombres.

 

 

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Irán, en efecto, da la imagen de una nación sólida y unida, preparada para una tenaz resistencia, análoga a la que opuso a Irak entre 1980 y 1988.

 

Pero, del mismo modo que la administración  Bush, la administración Obama no puede evitar los lobbies del petróleo y de industria de armamento, que reclaman una intervención en Irán.

 

Sobre todo, Irán ha evolucionado mucho: si el medio rural pobre, favorable al  presidente Ahmadinejad y a su política social, contrariamente a las élites urbanas, siguen siendo ampliamente mayoritario, por otra parte, una segunda brecha dominante se abre y deja esperar una victoria holgada a los enemigos de la República islámica. En efecto, los jóvenes de menos de treinta años, cerca del 70% de la población iraní, no ha conocido ni el periodo del Shah, ni la guerra Irán-Irak, y no están dispuestos a pelear por los Ayatolas.

 

Y mejor aún: encaprichada del modo de vida occidental del que la televisión vía satélite le brinda una imagen  lisa, la juventud estaría toda dispuesta a acoger a los soldados americanos con los « libertadores »…

 

Eso, probablemente, explica el apoyo logístico proporcionado por el  Departamento de Estado de EEUU a la « revolución verde » abortada, que siguió a las elecciones de junio de 2009, cuestionando la victoria de Mahmud Ahmadinejad.

 

Así pues, una intervención en Irán entra dentro de lo verosímil.

 

Pero esperemos que Irán sugiera un acuerdo que evite una nueva tragedia en Oriente Medio.

 

 

Traducción : M. L. Moreno Martinez 

 


Enlace(s) útile(s) : La Libre Belgique, L'Orient-Le Jour y
Diplomatie.


Recorte de prensa :  boushehr(La Libre Belgique), orient (L'Orient-Le Jour)
y diplomatie (Diplomatie).

 

  

Leer también : La República islámica en estado de sitio.

 

Y : De Teherán a Teherán (resumen de las conferencias).

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